Rurouni Kenshin Tsuiokuhen: un camino hacia la traición y el dolor

 



Rurouni Kenshin: Tsuiokuhen (1999) es parte de los cuatro OVAs que se crearon a partir de la serie Rurouni Kenshin, los cuales sirven como precuela para comprender la historia y vida previa de nuestro protagonista Kenshin Himura.

Para contextualizar, este OVA en particular se basa en los capítulos 165-179 del manga, donde se relata todo el camino recorrido por Kenshin para convertirse en Hitokiri Battousai (que literalmente significa "Asesino maestro del arte de desenvainar" o como generalmente lo traducen: Battousai el destajador). Dentro de la historia, nos muestran en primera instancia a un Kenshin de seis años, que se ve involucrado en una terrible matanza de la cual logra salir ileso gracias a quien sería su posterior maestro: Hiko Seijūrō. Este hombre se encargaría de entrenarlo y enseñarle el arte y estilo del Hiten Mitsurugi-Ryu, que dentro de su ideal buscaba la pureza de un espíritu libre y justo, en el que su poseedor, vagaría por el mundo para proteger a aquellos indefensos que lo necesitaran.

La historia da un gran vuelco cuando Shinta (nombre inicial de Himura), ahora llamado Kenshin por su sensei, decide tomar su propio camino independizándose de Seijūrō, quien a pesar de su aflicción, se siente agradecido de que su discípulo sea capaz de elegir y buscar su propio destino. Sin embargo, una de las principales preocupaciones que tenía, era que Kenshin escogiera el camino incorrecto, utilizando su destreza y fuerza para convertirse en una máquina asesina y despiadada, en vez de seguir la filosofía del Hiten Mitsugiri-Ryu.


Es así como Kenshin encuentra el difícil y tortuoso camino de asesino siendo contratado por Kogoro Katsura del clan Chooshu, que utilizando provechosamente la impactante habilidad de nuestro protagonista, se encarga de eliminar exitosamente a cualquier enemigo que se presente con el fin de crear una próspera y nueva era. De este modo, Kenshin acepta el camino de la sangre, corrompiendo su ser bajo la premisa de estar haciendo lo correcto y siéndole fiel a sus principios.

El acontecimiento que desencadena toda la magistral historia, es el asesinato de Akira Kiyosato, un hijo de shogun que muere a manos de Kenshin. Claramente la diferencia de poder era abismal, pero la obstinación de Kiyosato -como menciona nuestro Battousai- fue la que hizo posible que en el último encuentro fatal, lograra herir y dejar en Kenshin la mítica cicatriz vertical de su mejilla, cosa que nunca nadie antes había conseguido.


Los sucesos comienzan a tomar presencia con la aparición de Yukishiro Tomoe (la prometida de Kiyosato), una mujer de personalidad serena y amable que aparece en una primera instancia en los últimos, trágicos y dolorosos recuerdos de Akira. Es ahora Tomoe quien empieza a surgir en la historia y a tener un mayor protagonismo al cruzarse en el camino de Kenshin al ser contratada por la dueña del hostal que hospedaba al clan Chooshu.

Desde este momento, podemos apreciar cómo Kenshin y Tomoe empiezan a interactuar y a generar una especie de relación cordial, en la que ambos demuestran interesarse por el otro conversando de vez en cuando de cosas tanto triviales como personales. La relación se potencia aún más cuando tienen que escapar de Kioto haciéndose pasar por esposos debido a un enfrentamiento mortal entre clanes que amenazaba la estabilidad de Katsura y los suyos. Aquí nace un inesperado pero intenso vínculo entre ambos, donde construyen en este nuevo hogar una vida falsa de matrimonio para en un principio pasar desapercibidos, pero que a medida van estrechando su comunicación y conexión, surge el sentimiento de querer vivir aunténticamente aquella nueva realidad. 

Kenshin forja por así decirlo un nuevo destino junto a Tomoe, y vive una realidad sumamente distinta a la que estaba llevando: Tomoe le enseña el camino de la paz y del amor, entregándole además el real propósito por el cual Kenshin fue entrenado; proteger a quienes lo necesitaran. Tomoe sin duda era una de esas personas para él, pero la tragedia se vuelve inminente cuando Kenshin se entera por la propia confesión de su amada, que ella tuvo desde un principio el propósito y misión de asesinarlo. 


Lo interesante de todo esto, es que ella no esperaba por ningún motivo enamorarse perdidamente del hombre que le quitó su anhelada felicidad, pero ahora es este nuevo amor y sujeto el que le entrega aquello que ella pensaba nunca más obtener: amor, tranquilidad, felicidad y por sobre todo, protección absoluta. Ambos crecen juntos a medida que pasa el tiempo, y en lo que en un inicio fue una simple farsa, se transformó en un real deseo de estar juntos y mantener aquella paz que a ambos les parecía imposible conseguir en la vida. 

Tomoe decide dejar su misión de espía para salvar la vida de Kenshin, pero el peligro y destino para ambos parece ineludible, razón por la cual decide dejarlo y volver a su hogar para desistir de su propósito enfrentando la triste realidad: su futuro con Kenshin se ve más lejano que nunca. Nuestro protagonista da cuenta de la situación y sale en busca de Tomoe, pero en el camino se encuentra con diversas emboscadas que logran dejarlo herido de gravedad, lo cual no impide que derrote a todos quienes desean matarlo en honor a Kiyosato.

La traición de uno de los camaradas de Kenshin es crucial para desencadenar el quiebre en la paz y futuro de Tomoe y Kenshin, y este último después de dar cuenta del "secuestro" de su amada va en busca de salvar aquel destino que parece perdido. El duelo final con el líder enemigo termina de manera breve pero a la vez intensa y terrible; Tomoe con la intención de proteger a su segundo amor, se interpone entre ambos para evitar la muerte de Kenshin, logrando que este le proporcione una fatal herida que también llega a su adversario. 


El final se torna aún más melancólico y triste por lo trágico de los acontecimientos, haciendo imposible no soltar alguna lágrima por parte del espectador. Tomoe decide morir por su nuevo y último amor, y mientras agoniza en los brazos de Kenshin se despide haciéndole un corte en su mejilla como muestra de afecto que caracteriza la famosa "X" en Himura. De esta forma, Tomoe libera simbólicamente a Kenshin de su vida como asesino, para que siga su camino de vida de la manera más sencilla y digna posible.

Tomoe en este sentido, se configura metafóricamente como la funda de la espada de nuestro Samurái, sirviendo no sólo como contención y liberación para el terrible peso que conlleva la vida de un asesino, sino como aquella persona que logró calar e incidir en lo más profundo y escondido de Kenshin entregándole un nuevo propósito de vida. Es así como se construye una historia de amor entre guerra, sangre y traición, donde la venganza y el odio logran algo imposible para muchos: crear desde el sentimiento más terrible y doloroso, algo tan puro y genuino como el amor incondicional y absoluto.

No puedo terminar esta reseña sin mencionar el increíble estilo de dibujo y animación que tiene este formato OVA, el guion es perfecto y tiene un desarrollo argumental tan genial que se hace imposible encontrar vacíos argumentales. El constante ambiente y tono desgarrador de la historia de alguna forma u otra te adentra en lo profundo de su trama en los 113 minutos completos que dura esta obra maestra.

Por último, si llegaste hasta acá te agradezco haber leído todo y espero de corazón que te haya gustado. La invitación y recomendación está de más yo creo, porque si te gustan las historias de samurái y sobre todo Rurouni Kenshin, DEBES ver esta maravilla de producción. ¡GRACIAS!





Kuroi Ame~

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