Hunter x Hunter: el amor entre Meruem y Komugi



Cuando hablamos de Hunter x Hunter lo primero que se nos viene a la mente es Gon, sus aventuras, lo genial del Nen y las grandes peleas que podemos apreciar a lo largo del anime y manga. La acción y drama es lo que prevalece, pero, ¿dónde queda el tema del amor?

Hoy vamos a hablar de una relación entre dos personajes que para algunos es confusa, para otros polémica, pero aquí vamos con: Meruem y Komugi.

La relación entre estos dos personajes puede resultar extraña y muchas veces incomprensible, al no querer sobre-interpretar algo que quizá no existe, pero la percepción que tenemos es en base a lo que también, las escenas y el desarrollo de los personajes nos provocaron. 


Meruem por un lado se configura desde un principio como un personaje que tendrá como propósito ser el antagonista y villano del arco de Hormigas Quimera, siendo una especie de Salvador para un mundo corrompido por los deseos, ambiciones y destrucciones del ser humano.





Meruem tiene una visión del mundo y del ser humano bastante drástica, son seres inservibles, domados por las superficialidades y avaricia. Asesina a quien quiere, por diversión o porque necesita alimentarse. Tiene a sus guardias reales que le son fieles hasta la muerte, y la vida humana es tan insignificante en un principio para él, que su única forma de matar el tiempo antes de la selección, es jugar juegos de mesa con los sujetos más super dotados del mundo, probando una vez más desde su arrogancia, la simpleza humana.


Todo parecía normal y entendible en la construcción de su personaje hasta que aparece Komugi, una chica adulta que es la mejor jugadora mundial de Gungi, un juego de mesa muy similar al ajedrez. Cabe destacar que es torpe, poco agraciada, se sorbe los mocos y es ciega; siendo este último un punto muy importante para nuestro análisis. De esta forma, Meruem habiendo derrotado a todos los demás, se encuentra con el gran dilema de su existencia: existe una persona que es mejor que él en algo, y no la puede derrotar. 


Pudiendo matarla en ese instante, Meruem dentro de su consciencia y a la vez extrañeza, decide dejarla viva y jugar hasta poder al fin ganarle, cosa que no consigue nunca en la historia. Es así como ambos comienzan a entablar una relación que funciona y se desenvuelve en torno a un juego, olvidándose Meruem por un momento, del propósito inicial por el cual había nacido: acabar con la existencia humana y gobernar el mundo.





No queremos tampoco categorizar su relación como amorosa, pero sin duda es una relación que va evolucionando y que emerge desde su interacción. Al principio podemos apreciar el cómo Meruem siente rechazo por Komugi, pero en el transcurso de su estadía la va conociendo y se asombra ante aquel ser humano que ve, y que asimismo, no es como los otros que ha comido y matado; lo mismo le pasa con Netero cuando llega a sentir miedo pero a la vez respeto en su batalla. 


Pero con Komugi es distinto, siente el deseo de protegerla y conservarla ¿se acuerdan cuando aquel pájaro la estaba atacando? No quiere matarla, de hecho cuando la salva de esa ave rapaz, se cuestiona a sí mismo y dice "¿Qué es lo que quiero hacer realmente con esta criatura? Entonces, creemos que Komugi despierta ese lado humano casi inexistente de Meruem, por lo que de igual forma él a sí mismo se descubre con ella. Así es como surge este amor por Komugi, una criatura indefensa para él, y nos gusta catalogarlo como amor, no de pareja necesariamente, pero es un amor que cae en lo incondicional y fuera del prejuicio, la ama por lo que es ella y lo que causa y provoca en él, un sentimiento sumamente puro e inocente, porque indudablemente, es Komugi quien genera el cambio en Meruem.

Cualquiera pensaría que Komugi es alguien no "digna" de querer y apreciar por su apariencia, y es ella misma quien se menoscaba, pero Meruem es capaz de ver mucho más allá de lo superficial, la valora, respeta y admira como jugadora. Es por todo lo anterior que creemos que nace un amor entre ambos, ella también sabiendo que él es una hormiga quimera, un tirano que asesina por gusto y todo, accede a estar con él, y aunque sea ciega, logra ver con el corazón, nunca subestima a Meruem, y le permite jugar cuantas veces quiera, por lo que también le da el espacio para que se desarrolle y mejore continuamente. Pero no podemos olvidar lo más importante, Komugi accede a morir con él, pasando sus últimos momentos haciendo lo que en un principio los unió: el gungi.



¿Qué prueba de amor más certera que el morir junto a él, sabiendo que estaba envenenado? Lo que realmente consuma tal amor, es cuando ambos afirman que nacieron para ese momento. De hecho, ella dice que sólo sirve para jugar gungi, pero existe un ser no humano, que ve y aprecia en ella lo que nadie ve, y la quiere y admira tal cual, y por eso quiere estar en sus últimos momentos de vida junto a ella, y ella con él, porque también nadie antes se había preocupado por ella como lo hace Meruem, y es ahí donde nace un amor que culmina con su propia muerte, porque ambos por sí solos no tienen ni tuvieron otro propósito de vida más que el estar juntos y conocerse.

Es un amor mutuo libre de prejuicios, y en un principio siendo Meruem alguien imposible de derrotar, hubo alguien que aparte de ganarle en un juego, fue capaz de transformarlo y ganarle el corazón. No había nacido para gobernar el mundo como creía en un inicio, sino que nació para conocer a Komugi y ella a él. Naciendo como un ser sin empatía e inteligencia emocional, logró cuidar y velar por alguien que no era él mismo.









Kuroi Ame~

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